Existirá algo peor que el rechazo? Hay dos tipos de rechazo: el que te ganaste; y el que no te esperabas y no te merecías.
Éste ultimo es el peor de los dos. Simplemente se aparece, sin vergüenza alguna y te pega un cachetazo. Y se queda ahí, parado, dejandote desamparado, sin saber a dónde ir... Porque la verdad es que todos sabemos que cuando el rechazo aparece, no hay lugar dónde esconderse. Podes reírte, podes salir a divertirte, pero la verdad es que eso solo sirve para ocultarlo de los demás, pero, ¿cómo ocultartelo a vos mismo? ¿Cómo prometerte que nunca más vas a pasar por algo así? ¿Cómo tener la certeza de que no vas a volver a sufrir? No podes. No lo sabes.
Simplemente te quedas sin saber a dónde disparar porque, como todo ser humano, siempre buscamos un culpable, y el verdadero problema es cuando no lo hay.
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