21.12.12

Run away


Primero que nada voy a empezar esta entrada diciendo que no me importa quien lo lea, eso los incluye a todos, ni me importa lo que puedan llegar a pensar. Ya se fue todo a la mierda, y si alguien lo mando a eso, fuiste vos. Asi que, no me interesa lo que piense la gente a esta altura.
No hago lo que hago de resentida, sabes? Me la paso riendome, saliendo a todas las fiestas que hay para olvidarme que en realidad estoy triste y lastimada, y hacerle creer a los demás, e incluso a mí, que estoy perfectamente bien. A veces me lo termino creyendo, pero siempre algo te hace caer en la realidad.
Cada uno sabe y es responsable de lo que hace, y me sentí traicionada por la forma en que terminó todo, sabes? Creo que no fue justo, ni te pusiste a pensar un puto segundo en todo lo que yo te di. Estoy segura de que si leyeras esto pensarías que la que no penso lo que me dio el otro fui yo... Sinceramente, pensé mucho, valoré mucho todo y es por eso que te respeto. Pero la peor parte de todas es que vos no me respetaste a mi. Yo te seguí cuidando a pesar de la distancia y a vos no te importó cuidarme ni saber como me sentia yo.
Es triste saber que las veces que hablamos en esta distancia, fueron porque yo te hablé y con una razón lógica. Siento que hoy no te conozco porque crei que conmigo era diferente, pero pasé a estar en segundo plano y hay alguien mejor que yo.
Si escribo esta entrada es porque en el fondo estoy muy enojada y confundida, y porque no puedo manejar mis pensamientos. Trato de no pensar pero se me hace imposible. Me olvido de vos por dos segundos pero siempre hay algo que me recuerda que seguis en mi camino.
Me siento algo orgullosa de mi al haber aceptado que nunca más ibas a volver, y que hiciste lo que hiciste no  sé por qué la verdad. Esa razón la voy a desconocer siempre.
Ya di el primer paso, tengo que dejarte ir, y vos a mí, porque digamos la verdad: no dejas ir a alguien en un mes, las cosas como son.
Esta vez no me duele la despedida, sé que dí lo mejor de mi y todo lo que tenía: mis metas, proyectos, miedos... Te dejé entrar adentro mío. Si algo te aseguro es que me conociste por completo porque te permiti ser parte de mi desde el primer dia.
Es triste que tenga que terminar todo así, pero vos lo quisiste así porque así lo hiciste y lo buscaste, de eso estoy segura... Me queda la conciencia limpia de que nunca bajé los brazos y siempre luché por vos, nunca te abandoné ni te dejé solo y eso me tranquiliza con mi persona.
Ojalá algún día pueda perdonarte esto y estar tranquila conmigo misma, y perdonarme a mí también, por haber confiado más en una persona que en mí misma. Por mi parte, prefiero bancarme la soledad yo sola, sin usar a nadie, para en el futuro poder estar bien y feliz con alguien.
No te echo la culpa a vos ni a mi ni a nadie. Supongo que es así como las cosas tenían que ser.
Ojalá hubiese sido diferente, pero esta vez te estoy diciendo adiós para siempre.
Somos adolescentes. No tenemos nuestra personalidad definida y por eso nos volvemos vulnerables e inseguros. Es esto lo que nos lleva a cagarla o a no saber qué hacer.
Así que maduremos un rato, y admitamos que ya fue.
Agustina.

No hay comentarios.: