22.9.10


No quiero hablar de las cosas que nos pongan tristes, aunque todavía me hieren. Ahora es historia. He jugado todas mis cartas, y tú también. Ya no hay nada que decir, ya no hay más ases para jugar. El ganador se lo lleva todo, el perdedor se encoge ante la victoria. Ese es su destino. Me refugiaba en mi hogar, pensando que sería fuerte allí, pero estaba loca jugando esas reglas. El ganador se lo lleva todo, el perdedor se ha derrumbado. Es simple y claro, ¿por qué debería quejarme? Pero dime, ¿ella te besa como yo solía hacerlo? ¿Se siente igual cuando ella dice tu nombre? En tu interior debes saber que te echo de menos, pero qué puedo decir? Las reglas deben ser obedecidas. El juego vuelve a empezar; un amante o un amigo, algo grande o algo pequeño... el ganador se lo lleva todo.

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