¿Por qué me obligas a hacer algo que no quiero? ¿Por qué me obligas a ser un tipo de persona que no me gusta ser? ¿Por qué me obligas a seguir arrastrando mi odio, mi resentimiento, mi rencor, mi razón justa? No me dejas otra opción que ser así de dura con vos. Porque cuando te demostré lo que realmente soy, que puedo ser muy buena y tenerle paciencia a la gente, te aprovechaste. Miles de veces. Yo pagué las consecuencias. Era muy ingenua, era una principiante inexperta en la materia. Y cuando ya todo había llegado a su fin, volviste a aprovecharte, y te advertí que por favor no volvieras a hacer lo mismo. Sí, ya sé que sos humano y podes equivocarte. Pero te equivocaste muchísimas veces, y yo te lo había advertido! Me da mucha bronca caer en ese jueguito vicioso una y otra vez. Porque vos tejes una tela de araña y no me dejas ir para siempre. Y si te importé alguna vez en tu vida, o te importo, ¿por qué no lo demostras? ¿Qué pasa, tu orgullo puede más? Y si te arrepentis, sos un tarado, porque si vos me pedías perdón yo te perdonaba, e iba a estar todo bien. Pero a ese jueguito tramposo que me tendiste, otra vez NO. Porque me cansé de no reconocerme. Me extraño. Extraño la persona que era antes. Añoro mis pensamientos, mis emociones antiguas.
Y lo que más me molesta de todo esto, es tener que ser tan forra con vos. Detesto tener que activar mi super orgullo y decirte todas las barbaridades que te dije. Quizás esto te hizo sentir mínimamente mal en algún momento, pero algún día vas a aprender de tus errores... como aprendí yo gracias a vos.
Lo más decepcionante es sentir que tu orgullo te puede más. Sentir que, al final seguis siendo como antes, seguis haciendo juegos cautelosos en los que caemos todos.
Y te conozco demasiado bien, sé cuando estas mal, cuando estas bien. Sé que sos una persona que vale la pena conocer y tener como amigo y todo. Pero en la sección 'chicas' no sos lo mejor. Pero para mí eras la imperfección perfecta.
Con todo lo cursi que dije recién me fui por las nubes... Y la realidad es ésta: somos solo dos extraños en el mundo.

Agustina