27.1.11

Nadie muere siendo virgen, la vida nos jode a todos

Creyó que el camino era uno solo, y nada más importó. Decidió sumergirse en recuerdos que tenían sentimientos vivos aún.
Recostado en el sofá de su casa, sin saberlo, optó por recordar aquellos días en los que sus compañeros de clase y familiares de su edad muy cercanos, lo maltrataban con pura agresión verbal. Él siempre lo ocultó, pero de verdad le afectaba lo que le decían. Reprimió toda su bronca al no entender por qué la crueldad, y su tristeza la dejó de lado, por mucho tiempo, con el objetivo de omitir cada palabra hiriente. Así fue durante toda su vida; escondió sus temores y frustraciones debajo de la alfombra, y de ésta manera, simular que nada le pasaba. 
Pero ese día llegó, aquel día en el que se vio obligado a expulsar toda su ira interior que reprimió durante toda su vida. Día tras día él se enojaba más y más... estaba tan enfurecido con sí mismo, que sin quererlo, depositó toda su ira en los demás. 
Dicen que al final de cada crisis nos espera una luz blanca, para iluminarnos el camino y poder superar. Yo no sé qué fue lo que él vio, pero actualmente las drogas son su mejor amante. Y no pudo esperar hasta aquella luz blanca, simplemente... Se retiró en el primer round. 
Agustina

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