18.12.10

Toda mi vida me la pasé soñando, intentando cumplir dichas fantasías. Siempre tuve miedo a crecer, a ser mayor; creía que cuando eras adulto tu vida a base de sueños se terminaba, que tenías otras responsabilidades mayores que estar soñando. Supuse que ser grande significaba pagar impuestos, trabajar, y aferrarte a las personas que mas queres. También pensé las metas reemplazaban a los sueños... Solía creer que los sueños eran una fantasía inalcanzable a esa edad, y que las metas tenían que ver con "sueños" reales. Y sigo manteniendo esa teoría sobre la diferencia entre los sueños y las metas. 
Pero, ¡qué equivocada estaba! Los adultos tan solo son niños eternos, que aún tienen sus sueños, son personitas pequeñas que tienen miedo al igual que la población infantil. Y los adolescentes... bueno, ellos siempre tienen esperanza aunque ya no haya más nada por hacer, creen que si un detalle interrumpe su camino a la felicidad y los sueños, todo se derrumba. 
Los más importante de todo esto es que, por más tonto que parezca, todos tenemos nuestra vida estructurada a base de sueños que algún día podríamos cumplir. 
Y yo estoy entre esas personas.
Agustina 

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