Y ahí estaba él: saludándome a través de la ventana al verme pasar. Mi corazón palpitando "¿Es esto real?". Me largó una tímida sonrisa, y su mano que se movía en sentido horizontal. Era él, pero... Toda mi vida me la pasé amando a un hombre que sólo me saludaba por educación, que apenas estaba informado de mi existencia. Así es,
toda mi vida me la pasé amando a un hombre que amaba a otra mujer, y lo peor, es que esa mujer estaba enamorada de otro hombre. Quizás un día él volteé, y le diga al vacío que siempre le he pertenecido.
¿Quién sabe? Son las vueltas de la vida.
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