7.7.10

Yo sé bien que estoy afuera, pero el día en que yo me muera tendrás que llorar, llorar y llorar, llorar y llorar. Dirás que no me quisiste, pero vas a estar muy triste, y así te vas a quedar. Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley, no tengo trono ni rey ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo la reina. Una piedra en el camino me enseñó que mi destino era rodar y rodar, después me dijo un arrielo que no hay que llegar primero,
sino que hay que saber llegar.

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