Pobre de ella.

Ahora engañarás a otra entre tus brazos, igual que yo caerá por un te amo. La trampa tenderás, con el veneno de tus dulces labios, y la hipnotizarás con tus encantos. Y luego morderá el anzuelo, la dejarás sin consuelo. Y sin explicación te irás. Pobre de ella que te idolatra, que muere por tu piel. Pobre de ella que le haces falta, ¡cuánto le va doler! Pobre de ella que no se imagina que arruinarás el resto de su vida... porque tu amor no es más que una mentira. No puede sospechar durmiéndose en tu espalda, que a fondo en realidad no sientes nada. Que mientes, que el daño te divierte, que el beso de la muerte es confiarte tanto amor. Pobre de ella.