Que ilógico es todo esto; te despiertas recostado a mi lado y has de decirme que a un lado me has dejado, que todo ya ha pasado, y que no queda más que un triste adiós. Armas tus maletas y decides no volver, mientras que explico que intentaré vencer. Pues, ¿qué estupideces estoy diciendo? Lo sabía, sabía, esto sucedería. Has de saber, tú me nublabas la vista sin dejarme ver. Hipócrita, hipócrita! Me has tendido una trampa, no se juega así, no, no vale así. Si esto lo que quieres pues vete, vete, entiende que ya no puedo ni verte. ¿Cómo te atreves a regresar, luego de todo el dolor que me has hecho pasar? Aún recuerdo aquel día que a mi me iba la vida; nos despertamos y ya no nos queríamos, no nos queríamos! No, no. Lo sabía, sabía, esto sucedería. Yo te quise, hasta el punto en que olvidé que yo existiese. ¿Y así me lo pagas tú? Ya no quiero tus reproches, ni perdones. Deberás comprender, la vida es así, pues siempre habrá alguien que de dolor te hará arder. No entiendo este final, parece ser tan irracional. Nos despertamos y ya no nos queríamos, no nos queríamos!