12.4.10


El lunes te espero, el martes me desvanezco, y el miércoles no puedo dormir. Entonces el teléfono suena, te escucho. Y la oscuridad se vuelve una visión clara, porque has llegado a rescatarme. Caigo... Contigo caigo tan rápido. Apenas puedo respirar, espero que dure. Parece que finalmente puedo reclinar mi cabeza en algo real, me gusta como se siente. Es como si me conocieras mejor que yo misma, me encanta como puedes definir todos los pedazos de mí, todos los pedazos de mí. Soy cambiante, desordenada, me agito y no tiene sentido. ¿Cómo es que nunca parece importarte? Cuando estoy enojada, tú me escuchas. Hacerme feliz es una misión, y tú no pararás hasta conseguirlo. Caigo... A veces caigo tan rápido. Cuando llego al fondo se rompe, eres todo lo que tengo. Parece que finalmente puedo reclinar mi cabeza en algo real, me gusta como se siente. Es como si me conocieras mejor que yo misma, me encanta como puedes definir todos los pedazos de mí, todos los pedazos de mí. ¿Cómo sabes siempre lo que voy a decir? Acaso, ¿soy tan obvia? Y si está escrita en mi rostro, espero que nunca se marche... sí. El lunes te espero, y para el martes, me desvanezco en tus brazos para poder respirar.

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