25.1.10


La vida suele ser injusta a veces, insoportable, sorprendente, alegre también. Y a veces pienso y digo "WAU, ¿tan fuerte fui para soportar todo esto junto?". Mi sonrisa de orgullo se me nota inmediatamente en la cara. Las idas de los demás, todos al mismo tiempo. A él, le entregué mi corazón confiando y creyendo de manera tan ingenua en cada palabra que me decía, y me lo entregó en ocho. Aunque hayan pasado días, semanas, meses, yo sigo llorando tu partida a escondidas. Y luego escondo en mi mente mis sentimientos verdaderos para poder controlarme otra vez. Tía, esto si que fue grave e irreemplazable; vos te fuiste para siempre, para dormir eternamente en paz y nos dejaste a todos mal, llorando. Admito que, evito recordarte porque tengo miedo; miedo a llorar otra vez, a extrañar más aún y estar en el peor estado. Entras a tu hogar y te llevas una gran sorpresa, de mal gusto; está todo revuelto, tirado por todos lados y la desesperación llega sin ser llamada. Te das cuenta de que perdiste tus objetos materiales más utilizados y más necesarios para vos, y la bronca, la rabia, se desborda. Y ya no queda más nada por hacer, por miedo. En verdad, ¿TAN FUERTE FUI?. Es increíble cuánto puede uno aguantar la tristeza, la bronca, la ansiedad, a tan alto nivel. A veces es necesario llorar para luego reír, y eso hago yo inconscientemente. Pero mi llanto ya es escaso, va desapareciendo. Así como sentí que mi corazón se partía en trozos, ahora siento cómo las pequeñas partes del órgano que me controla, se acomodan a su tiempo.

No hay comentarios.: