Es irónico cómo todos le tienen miedo a algo, en su mayoría, al dolor. 

Siempre tratas de huir de eso, pero es así cómo cada vez te acercas más. 

Pensas que el dolor o las heridas nunca se van a curar, y crees que te va a doler tanto que no vas a saber cómo seguir. Pero una vez que estás lastimado, ya está, lo peor ya pasó. Y te sentís tan vacío en ese momento... Es como haberle tendido la mano a algo por tanto tiempo, haber luchado tan fuerte por esa razón lógica... pero al final, lo tenes que dejar ir. 

Creo que lo peor no es soltarle la mano, sino verte obligado a observar cómo se va, cómo se aleja... cómo algo que ayer fue tan tuyo hoy ya no te pertenece. Te sentís confundido y no hay nadie que pueda darte una respuesta, pero eso está bien, nadie tiene por qué hacerlo. 

Para poder seguir tenes que darle tiempo y de a poco buscar las respuestas.

UN DÍA TE QUEDAS MIRANDO A LA NADA MISMA, ASÍ DE SIMPLE. 

ES AHÍ DÓNDE ESCUCHAS COSAS QUE NUNCA ESCUCHASTE. OÍS TODO LO QUE LOS DEMÁS NO PUEDEN DECIR, PERO LO ESTÁN GRITANDO SIN SONIDO. SIMPLEMENTE... LO OÍS.

TAMBIÉN ESCUCHAS CÓMO SE DESMORONAN LOS CORAZONES ROTOS.

LOS ESCUCHAS QUEBRARSE Y VOS NO PODES HACER NADA, SIMPLEMENTE ESCUCHAR.

DURANTE TODA NUESTRA VIDA HACEMOS TODO SOLOS: TOMAR DECISIONES, LOS IMPULSOS, LOS SENTIMIENTOS... SOLOS. SOLAMENTE ESTAMOS ACOMPAÑADOS Y ESO HACE EL CAMINO MÁS FÁCIL Y MENOS DURO.

Y UNA VEZ MÁS, NO HAY OTRA OPCIÓN QUE CONFIAR EN UNO MISMO Y DEJAR QUE TODO FLUYA...

Agustina