Destino, gracias por sorprenderme una vez más

Y justo cuando dejé de esperar que apareciera un extraño en mi vida, que derrumbara paredes y cambiara todo de color y lugar, llegaste vos... 
Todo cambió de cronología, sin siquiera avisarme. No pude organizar mis sentimientos, sensaciones, y pensamientos hacia vos, y dije "Ya fue. Es demasiado tarde, no importa lo que pueda pasar después". Y ahí fue, entonces, cuando caí concientemente en aquel túnel que decidí explorar. Concientemente. Sí, yo sabía que iba a caer. Y ahora, estaba cayendo. Pero lo más extraño de todo era cuán poco me importaba el miedo a lo desconocido.
Así fue cómo llegué hasta acá. A través de un túnel. Patético, ¿verdad? 
Y hoy, soy otra estúpida enamorada de la persona que jamás lo hubiera imaginado. Mi mente es la culpable que proyectó imágenes de vos y yo juntos, en un futuro, para siempre. Perdón, mi amor, pero a vos no puedo renunciar. Supongo que sos todo lo que esperaba, y ahora ni siquiera puedo recordar cuáles eran mis expectativas antes de que aparecieras. Vos dirás que no hiciste nada, pero el regalo me lo hiciste vos a mí, no yo a vos; vos me regalaste esta sensación tan maravillosa e inigualable que hoy me toca poseer. Y vos, sí, vos, te ganaste el amor que ya es tuyo. 
Lo más misterioso de todo es que, aún no entiendo por qué le regalaste todo esto a una extraña como yo, una en un millón. A veces pienso que fuimos echos a medida... y cada vez me convenzo más y más de eso.

Agustina