-Y quizás si tú no fueras tan extrovertida y segura, esto no funcionaría bien- me dedicó una sonrisa de complicidad y acercó su cuerpo hacia el mío- debemos poner las cosas en marcha y dejar de cuestionarnos tanto. Mira, yo creo que las cosas son demasiado fáciles, las soluciones demasiado sencillas, pero somos nosotros y nuestra maldita perfección lo que nos quita esa seguridad- me dijo, y miró hacia el suelo.
-¿Y cuál es la solución para esto? ¿La tienes, acaso?- le pregunté irónicamente.
-La solución no debo buscarla yo solo, tienes que hacerlo tú también, conmigo...-Hizo una pausa y continuó- Mírate, tú estás preguntándome algo que no sé, estás atacándome desesperadamente por hallar una resolución, y mientras tanto yo... Mientras tanto yo estoy tratando de conformarte, consolarte con lo único que sé y puedo darte. Mi amor, somos la combinación perfecta.
Llevé mi mano hacia su cara, le dediqué una mirada tierna y sincera, y luego le dije:
-Tienes razón.
Agustina
5 comentarios:
Simplemente hay que dejarse llevaaaaar! y el tiempo todo lo dirá ♥
Qué lindo!
Que divinoooooooooo
Es muy tiernooooo!
que textos que tienes *____* !!! pasate por el mio ! ;)
Publicar un comentario