Me da mucha, mucha, pero demasiada rabia y bronca las personas sin códigos. No puedo creer que hagan lo que hacen y se concentren más en la hipocresía que en ser una buena persona y ponerle un límite a las cosas como: "No, hasta llegué, no puedo ir más lejos..." Pero sin embargo, nada los detiene.
Y lo peor de todo esto es darte cuenta de cómo te consideraban esas personas en realidad, ¿me explico? Esa es la parte más dolorosa y sorprendente. Ya no me sorprende nada la verdad, más de uno está montado arriba de un pony y vos pensas "no, no, no. ¿Qué le pasó?"
No entiendo nada. No sé si soy yo la que se quedó en la antigüedad tomada de la mano junto a la palabra 'códigos', o si en verdad la nueva moda es llevar una careta y actuar con ella. No entiendo.
Quizás yo espero demasiado de las personas, o quizás no tienen miedo ni verguenza de mostrar ese gran defecto que abarca a todos.
William Shakespeare dijo alguna vez:
"Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, y esperar siempre duele".
Y la verdad, tenía razón.
Prometo escribir entradas mejores que ésta. Pero esta fue la gota que rebalsó el vaso.
Agustina
3 comentarios:
Te creo, hay gente que parece que tiene la cara de cemento y que no necesita de nada ni de nadie. Pero si siguen así se van a quedar solos, y esa es nuestra venganza, muajaja :B LE salía el lado maligno de adentro a la flaca! Bueno, siempre hay gente que sabe comportarse, lo dificil es encontrarla. Un beso.-
Concuerdo, no confies en nadie...
lo peor de todo es cuando tus propios amigos no tienen codigos...asco me dan...la falsedad.
En fin, vos nunca te conviertas en uno de ellos:)
un beso Agus.
te entiendo y por desgracia hay muchos asi,pero pasa de largo,no hagas caso,la falsedad es una careta que siempre se cae tarde o temprano....saludos
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