7.2.11

Aunque no lo creas, estoy buscando amor

Bueno, sí, estoy otra vez frente a un monitor y un teclado debajo de mis manos para decir: no puedo creer lo que me está pasando. Después de una ruptura amorosa lo único que queda es un vacío a superar, un terreno escasamente regado. Queda una especie de trauma y luego, una tranquilidad continua que prefiere protegernos de cualquier mal, nos esconde del sol para que la luz no pueda brillar, ya que no se cree necesaria en su momento. Y ahora, yo quiero brillar. 
En una guerra si quedas al descubierto, corres grandes riesgos de que te maten, y yo... Yo quiero salir de mi escondite. Jugar con cualquier tipo de probabilidad. Paso en limpio todo esto: ya no me interesan las consecuencias que puedan llegar a haber, lo único que me interesa es alimentar mis emociones, cometer pequeñas aventuras que motiven a mis papás a "castigarme" (sí, muy entre comillas), triturarle los oídos a mis amigas hablando de la misma persona, sentir esa presión de que tal vez no me alcanza el crédito telefónico, querer entrar al mundo virtual solo para hablar con esa persona... Y eso, no pasa. Por ahora. 
Para esto primero que nada hay que tener un objetivo al que apuntar, en este caso, una persona fichada. Y yo, todavía no tengo ese objetivo. Tarde o temprano llegará, es evidente. Pero eso es lo peor: esperar sentada mientras el aburrimiento es mi peor o mejor compañía. 
Agustina

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