-Creerás ver tus sueños derrumbarse ante ti mismo… Quizás te des cuenta de que nada será fácil esta vez, o tal vez, pienses que será imposible. Eso depende de ti, y solo de ti. Pero no debes bajar los brazos, no debes dejar que un mínimo obstáculo te deje caer. Tienes que concentrarte con todas tus ganas, y vencer el miedo de tu subconsciente, ese miedo que sientes cada vez que una meta no puede cumplirse…

-Pero Jack, ya lo he intentado todo, no quiero ver la vida pasar ante mis ojos, mientras que yo sigo aquí, como un maldito estúpido que no puede cumplir su sueño.

-Te diré algo, y tenlo latente en tu cabeza; el primer paso siempre es el más difícil… Por favor, no dejes que la frustración le gane a tus deseos. Yo te esperaré aquí, porque eres mi hijo, ¿verdad? Sabes que te querré de todas formas, hagas lo que hagas, seas quien seas, pero por favor, prométeme que no te unirás a aquella lista de pobres hombres que han decido retirarse en su lucha hacia su deseo, prométeme que un día llegarás y brindarás con nosotros, y dirás: “Papá, lo logré”. Algún día te darás cuenta de que la fuerza que tus sueños tienen, son invencibles y que no desean ser reprimidos, tienen que salir a la luz, para poder brillar junto a quien los acompaña. Así que recoge tus malditas cosas y vete de aquí, vete ya mismo a hacer lo que siempre has querido.

(Ben se va).

Agustina