6.10.10

Me produce una bronca tan silenciosa esto. Todos los días pongo en práctica mi objetivo de ser una mejor persona, y lograrlo día a día. Sí, ya sé que no voy a llegar a ser perfecta nunca, y tampoco lo espero. Pero tampoco quiero sentarme de brazos cruzados y ver cómo tropiezo, y deposito mi rabia en los demás, representándola en actos de fuertes palabras injustas. Por eso mismo, prefiero morir en el intento de ser perfecta. 
Y eso me da bronca, que los demás no puedan ver mi esfuerzo y auto control previo a cada palabra y/o cosa que digo. Cuando siento ganas de contestarles a los demás con bronca, retengo todas mis palabras, y me recuerdo: "No, nadie se merece que lo traten mal. Nadie". Y ahí está el esfuerzo. Mi sacrificio. 
Y al ver que a veces, las personas me responden de una manera injusta quizás, es como que me hace sentir angustia por así decirlo. Me hace sentir que al final darles un buen trato por mi parte no sirve de nada, porque los demás siguen igual. Me sirve a mí. Y ahí es donde la angustia toma el papel principal, y me hago preguntas absurdas como por ejemplo; ¿cómo es que ellos no pueden verlo? ¿Cómo es que no pueden ver mis cambios a futuro, mi entrenamiento diario con cada uno de mis pensamientos, con mi paciencia, con el control? Y ahí es donde caigo en la realidad... Cierto, ellos no lo ven.
Por eso es que decido expresarme a través de estos escritos, porque varias veces siento que yo sola me entiendo... porque cada vez que escribo y me expreso, me reencuentro conmigo misma.
Agustina 

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