Todo ha cambiado desde el día que entraste en mi vida, más cuando te fuiste que quise abandonar la partida, estoy presente, sin futuro. Las penas me hundieron en un mar que se desborda,y he tragado ya, demasiada agua salada, no soy nada para el mundo, el mundo para mi no es nada. Me averguenzo de mis pensamientos de personas débiles, mentes frágiles, se rompen al entrar en contacto con miles de momentos duros, momentos que estas en apuros, lloras con disimulo tras ver lo que tanto duró, quieres volver a tener lo que no es tuyo. Ganas de llorar, de llenar el vacío que tú dejaste, en mi interior queda dolor, amor y odio, me enamoraste, y me perdiste, por dejarme marchar, tras machacar mis sentimientos que no paran de llorar. Ya no confío ni creo en nada por tu culpa, tú nunca sentirás lo que yo sentí por ti. ¡Nunca! Creí en el infinito por una vez en la vida, y vi como su fin llegaba, abría mucho más mi herida. Querido esta es mi despedida para ti, ¿por qué te conocí? Soy feliz, pero es que eso solo dura unos segundos. Hay cosas que se pierden y no encuentras un por qué, hay obstáculos que pueden hacerte caer, hay momentos en que te entran ganas de abandonar todo. Olvidar es engañarse a uno mismo, ¡no te mientas! Tengo la esperanza de ver si mi corazón despierta. Pese a todo hay que avanzar en este lado del cristal, en el cual estaría sola alejada de todo el mal. Todos tenemos una historia que contar, y también un cuento pero con final, buscas evadirte con tus vicios, yo tengo sueños, pesadillas en las que me asfixio. Desde aquel día busco tus besos en fantasía, aún recuerdo aquel adiós, aquel adiós con frialdad. A veces quiero recordar, llorar por lo que he vivido, pero no, no quiero más experiencias amargas; para ti son paranoias, para mi son cargas, con las que no puedo cargar, siento no poder soportarlo, se van juntando las cosas y sin embargo sigo andando. No digo que sea para siempre, digo que es ahora porque, cuando estoy mal pasan muy lentas las horas. La melancolía me ayuda a sacarlo todo afuera, la furia que estaba dormida, dentro ya no la controlo. Ojalá pudiera olvidarme de que existo, tuve ganas de volver a ser yo, esa que se desvaneció. ¿Qué me está pasando? Tengo un diablo y quiere salir, y dejar a un lado mi cuerpo que no para de sufrir. En el olvido, guardo tus fotos y cartas vacías llenas de palabras, que tan solo mentían. Me pregunto ¿por qué te recuerdo? si quiero olvidarte. ¿Por qué yo te lo di todo y tú dejaste de amarme? A veces sigo preguntandole a mi subconciente, porque sé que dentro de mí hay una parte que me entiende. He aguantado tantas cosas que ni tú te lo imaginas. Olvidar es querer engañar a tu mismo ser, abre los ojos e intenta ver más allá de lo que quieres ver. Amar es querer por encima de cualquier otra cosa. Pero tú me separaste de tus brazos, y ahora sientes la tristeza como yo ya sentí tu rechazo.