Es horrible enfrentar las consecuencias dejando de lado la ingenuidad. Y no sabes hacer más nada que preguntarte un ¿por qué? que nunca jamás responderás. Solo dejarás todo de lado, sí, te aislarás, y preferirás estar solo y triste, antes que estar acompañado por personas que ríen con frecuencia. Pero créeme, no es esta la peor parte. Lo peor es el principio del fin; no hay nada más desagradable que ver toda una ruptura de cerca, siguiéndola con la vista levantada y ojos esperanzados. Y te preguntas, ¿cómo pudo dejarme?, pero jamás lo entenderás... Todo queda revotando en tu mente, ¿por siempre?. No puedes comprender que todo se va y se apaga, no, no entiendes cómo todo cambia de un día para el otro. Entras en la reflexión, y ahí te das cuenta, de que no queda más que un simple adiós. Te sientes vacío y no eres capaz de reaccionar que estás desperdiciando tu vida en ser infeliz! Intentas seguir pero ves que no puedes complacer a tu corazón, bajas los brazos y decides esperar... esperas a que algo llegue mágicamente y te salve de este laberinto, pero no es nada puntual... Y entonces te preguntas, ¿hasta cuándo seguiré así?

-Eso está en ti. Tú decides si quieres ser feliz - despertó la mente.

Agustina