22.3.10

Te escuché manejar mi auto, después en una barra congelada, y declaré que no me importabas, pero tu verso quedó atrapado en mi cabeza una y otra vez. Tú jugaste a muerte en mí. Pensé que te rechacé fácil, pero no debía ser así. Tú investigaste como un lindo verano, así que invadiste mi dormir y confundiste mis sueños, convirtiendo mis noches en insomio y picazón. Atrapada en ti hasta el final de los tiempos, estoy demasiado cansada para pelear a tu ritmo. Atrapada en ti hasta el final de los tiempos, me tienes paralizada. Sosteniendo el teléfono, escucho muy bajo tus quejidos. Estas en todos lados dentro de mi habitación, hasta cuando estoy sola escucho tu suave zumbido. Estas en todas partes dentro mío. Atrapada en ti hasta el final de los tiempos, estoy demasiado cansada para pelear a tu ritmo. Atrapada en ti hasta el final de los tiempos, me tienes paralizada. No puedo escapar de tu incesante grito, cuando lo emites a lo largo de todo el cielo. No, no puedo escapar. Te insipido ritmo, cuando disparas profundamente, directo en mi mente.

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