24.3.10

Tus ojos penetrantes me observan y tu boca me larga una sonrisa tímida junto a un saludo con tu mano. Tú llegaste cuando menos lo esperaba, apareciste porque si y sin saber por qué. ¿Cómo podría imaginarme que amigo virtual, luego sería mi motivo de llanto diario? ¿Cómo podría imaginarme que cada vez que te vería me quedaría paralizada? ¿Cómo imaginarme que tú serías el dueño de mi corazón? ¿Cómo imaginarme... que luego tú te irías? Y hoy los días aún son más difíciles sin ti y me agobian los recuerdos acompañados por tu voz y tu mirada. ¿Cuál es el camino para escapar de aquí? No me gusta mi nuevo hogar, el dolor. Perdón, pero hoy lo único que puedo hacer es convivir con lo que me queda hasta que se vaya, y no puedo evitar guardarte el rencor. Resentimiento es el nombre que define mi actual sentimiento hacia ti. Que insensata es toda esta situación; extrañarte aunque no te lo merezcas.

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