16.2.10


Los romances van y vienen, el amor queda, paralítico, estático. ¿Temporal? Quizás sí, quizás no. Los romances son algo del momento, demasiado simple de olvidar. ¿Y si hablamos de amor? ¿Cómo olvidamos? ¿Cómo darse cuenta de que lo que sentimos llegó para quedarse? Cuando lo perdemos, o, a veces, cuando vemos muy de cerca la pérdida. Con razón yo siempre quería estar a tu lado sin nadie alrededor, sin importarme nada. Soy una persona muy paciente tal vez; prefería esperarte la vida entera antes que soportar un dolor al cual ya no soy impermeable. No puedo creer que todavía tengo esperanzas, ilusiones, deque vas a volver. Pero, ¿para qué? no permitiría que me lastimaras otra vez. El amor es un juego; se gana y se pierde; se arriesga poniendo todas las fichas en la mesa; se presentan rivales, a los cuales debemos vencer. Es una guerra eterna, una batalla ganada que te la sacan de las manos. No te das cuenta de que caiste al abismo, de que aquél paracaídas en el que tanto confiabas, te dejó caer. Cuando el tiempo empieza a pasarse lento, con la ausencia de aquella persona, ahí te das cuenta deque caiste y necesitas que te levanten. Pero no, por lo menos yo no necesito la ayuda de nadie para vencer al olvido. Yo puedo. Si me caigo me levanto, y no hay problema.

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