4.1.10


Esta puntada en el corazón me está matando, casi sin dejarme respirar. ¿Por qué lloro por vos? ¿Por qué? ¿Acaso te merecías que yo derrame millones de lágrimas por vos? No lo sé, nunca lo sabré. Y es que aún no entiendo, ¿por qué justo VOS eras diferente a los demás? Diferente para mi, quizás para otras eras un hipócrita más. Te ganaste mi confianza. Ganaste el juego, te fue muy bien. Vos te llevaste todo de mí; mi felicidad, mi alegría, mi simpatía, mi sensibilidad, y mi objetivo. Hay miles de caminos diferentes, no sé para cual marcharme, no puedo probarlos todos porque en un abrir y cerrar de ojos la vida me podría alcanzar. Te lloro a cada hora, te necesito cada minuto, y te extraño cada milésima de mi tiempo. No voy a pedirte que vuelvas, no, ya no quiero volver a ser humillada. Ya no puedo soportarlo, todo va dirigido justo a mi herida. ¿Casualidad? Puede ser, no lo sé. Ya no me interesan los por qués, los cuándo, dónde, solo quiero que esto llegue a su fin. ¿De quién fue la culpa, tuya o mía? Quizás fue MI culpa al creer que te quedarías para siempre como vos me decías. O tal vez fue TU culpa decirme y hacerme creer que todo lo que decías era verdad. ¿Y si ninguno tiene la culpa? ¿Y si el destino simplemente quiso separarnos para siempre con un punto final? O quizás el destino quiso que yo te deje ir, para que luego me golpeé la cabeza contra la pared, me ahogue en mi misma sin querer hacerlo, como en este momento.

No hay comentarios.: