Qué se siente ver a la persona que uno ama enamorado de otra? Qué se siente esperar a perder todo para darse cuenta de que eso era todo? Qué se siente enfrentar la fría realidad que nos cuesta tanto creer? Es como una bomba, algo pesado, es darse cuenta de que nuestra felicidad simplemente estaba ahí, frente a mis ojos, en esa persona. Es darse cuenta de que a pesar de los defectos que pueda llegar a tener alguien, lo seguimos bancando, aun que a veces nos duela lo que nos digan, retenemos todo, callamos todo, creamos en nosotros mismos un vacío, que en realidad está lleno de bronca. Porque en ese vacío ya no queda más nada, porque te dí todo de mi. Porque hiciste que me conozca aún más, que conozca un lado de mi que no conocía hasta que te conocí a vos. Y te juro que te diría tantas cosas, que no las digo por orgullo, por miedo, miedo a que no me creas, a que digas que te miento, miedo a que digas que exagero, y así, tener que callarme todo otra vez. Te juro que, cuando te decía que te amo, que te extraño, que te necesito, que sos todo, fue porque habló mi corazón. Te juro que me hiciste ver las cosas desde otro lado, hiciste que te acepte tal como sos, que hasta amo tus defectos, que cuando estoy con vos me olvido de todo. Parezco tan fuerte por fuera, hasta yo misma pienso que puedo llevarme el mundo por delante cuando en realidad ya no puedo más, cuando en realidad te necesito tanto, me haces tanta falta. No sé como hiciste pero lograste cosas que no había sentido antes. Soy tan ingenua, creí que todo saldría bien. Y todo se resume en dos simples palabras: sos todo. No soporto perderte.