13.8.09


Creí que todo sería diferente. Y acá voy una vez más, manteniendo mi paciencia, guardándome todo, callándome lo poco que tengo para decir, y hoy, hoy me dí cuenta de que es por miedo. Cada vez me conozco más, y admito que a veces me asusto. Encaro mis problemas, mis errores, pero cuando veo que no puedo enfrentarlos me alejo, me voy corriendo, me escapo. Eso es de cobarde. Hago y digo cosas sin pensar que me estoy equivocando, sin pensar en las consecuencias. A veces me gustaría ser perfecta, ser otra persona. Todo cambió, yo no era así. Pero ahora encontré mi felicidad, y no quiero perderla. A veces puedo parecer un poco perseguida pero no. Es que me la paso pensando en todo lo que me salió mal, y estoy todo el tiempo pendiente de que todo sea perfecto, de que todo salga bien, por eso cambié sin darme cuenta, vos me cambiaste sin darte cuenta, vos cambiaste todo. Me cuesta enfrentar la realidad, lo admito. En verdad, a veces me gusta saber cómo son las cosas, aun que me duela, y a veces no. Porque cansa estar todo el tiempo enfrentando la realidad que no nos gusta. Me preparo para enfrentarla, pero me doy cuenta de que sigo ciega frente a eso, de que no estoy preparada. Pienso todo el tiempo en cosas buenas, pero, no puedo evitar pensar cuando se acabe todo, me preocupa tanto eso, me preocupa tanto perderte. No me lo imagino, siento como si fuese algo infinito, que nunca va a terminar, sinceramente, espero que sea así.

No hay comentarios.: