Podría jurar quete olvidé, que ya no eres nada para mí más que una persona, pero sería en vano. No pienso darle la razón a la mentira, no pienso ser una hipócrita más. A la noche pego vueltas y vuelvas, y no puedo descansar, porque me alimento de tus recuerdos que me hacen mal. Y todo es insensato, lo sé, pero, soñar es gratis ¿qué importa? No me queda más que recordarte y estrujarme el corazón, y dejar volar mi imaginación deque tú volverás a mí. Hoy tan sólo puedo escribir estas lineas, y agradezco a Dios este don que me ha dado de poder expresar mis sentimientos. Es todo tan raro, la tortilla se ha dado vuelta. Durante los tiempos recientes que te habías marchado, yo sólo lloraba bajo sábanas como una niña pequeña, e insistía por poder tenerte aquí conmigo, otra vez. Ahora todo es muy diferente y no logro comprender; aún tu recuerdo me causa dolor, pero ni siquiera me atrevo a dirigirte la palabra a pesar de que tú sí lo haces. No estoy describiendo bien mi estado actual; aunque me hables me hieres, si no me hablas, me hieres también, estés o no con otra persona me duele igual, creo que tú en sí me causas dolor. ¿Sabes cuántas lágrimas he derramado yo por ti? No, no lo sabes, si no estarías aquí conmigo. En vez de amar a quien llora por ti (yo), te vas como un ave en busca de su nido, su refugio. No lo sé, tal vez yo para ti no era nada de estas estupideces; ni tu refugio, ni tu todo ni tu nada. Yo sí he sentido que me amabas, tanto como yo, pero la verdad no quiero llegar a dudar porque estoy segura de eso... pero te fuiste como si salieras de tu casa y luego volverías. Y jamás regresaste.