Mi combinación de tristeza y resentimiento se desborda. Se desbordó, y lo sabes. Ésta es la etapa en la cual bronca actúa como anestesia de la realidad. Vos me enseñaste otra realidad, y ahora tuve que cambiar totalmente... por eso quizás, de forma inconsciente recurro a recuperar mi anterior realidad, porque mi realidad actual, me aburre y me esquiva. Vi como en su momento todo crecía, lentamente, y ahora se supone que tendría que ver como todo disminuye, lentamente, por supuesto. Lo veo, lo veo muy bien. Ya tuve pruebas verbales de que está disminuyendo, o mejor dicho, ya disminuyó. Y como siempre, son infaltables las pruebas hechas por vos en mi presencia. Ahora lo entiendo. La desesperación otra vez se adueña de mí, y me lastima, otra vez. Y es que aún no se han cerrado las heridas desde hace meses, no cicatrizan y en están en muy mal estado. Creo que ésta fue la primera vez que amé a alguien, porque nunca me dolió tanto, nunca fue tan difícil. Y vos no valoras todo esto que siento, omitis mis sentimientos. ¿Qué pasa por tu cabeza? Cómo me gustaría estar ahí adentro, para saber cómo me olvidaste, o si en verdad lo lograste. No soy tu juguete, te recuerdo. No vamos a ser amigos, por lo menos por ahora. Y las cosas no van a volver a ser como vos queres, otra vez. Supongo que es hora de ver desde otro ángulo mi actual realidad; la felicidad. Qué difícil, ¿no? Cuesta todos los días esa realidad, pero quiero intentarlo, cada día.