26.2.10


Siempre gustó lo difícil, a lo que le apuntaba al blanco, fijándolo, hasta alcanzarlo. Me gusta sentirme independiente y pensar 'sí, esto lo logré yo'. Sentirme orgullosa, bien conmigo misma, segura. No tiene el mismo valor que otra persona me pague un par de zapatillas, a que yo junte mis ahorros y las pague yo; es como que le das más importancia, no sé, algo distinto. Por ejemplo, ves un chico caminando por la calle y luego se hacen 'conocidos' por así decirlo, porque no llega a ser amistad, ni mucho menos amor u obsesión. Luego todo se torna difícil, y en esos momentos de amargura, sólo deseas que sea todo más sencillo. Y es tan complejo todo, tan triste cuando te cuesta tanto, y tan feliz cuando conseguís menos de la cuarta parte de lo que querías. Mucho tiempo después lo lográs; ya no daba para más el asunto. Pensar que en ese momento querías que sea todo fácil, porque te costaba... y ahora se te presentan varias oportunidades de dar a luz a un nuevo amor y las ganas no están, se fueron con otra persona. Tus ganas de amar y de sonreír día a día con alguien nuevo se han ido, porque es directamente muy fácil desde un comienzo, y sentís como que no te atrae. Es tan triste todo; porque tenes tantas ganas de tener alguien a tu lado, porque echas de menos aquellos momentos con dicha persona, pero te asustas. Te da miedo que en realidad extrañes a él, al pasado, no los momentos. ¿Para qué esperar algo con tanta ansiedad? Las cosas llegan cuando uno menos se lo espera.

No hay comentarios.: