16.2.10


Mi amor, te marchaste y una parte de mi alma se ha partido en dos, y en aquél momento sentía como se desvanecía. Por momentos siento cómo todo a su tiempo va cicatrizando pero ahora puedo ver que no es así; dejaste una huella muy grande en mi corazón y un puñal que me clavaste en el alma no parece cerrarse mi amor. Aún no entiendo por qué estas heridas con tanta profundidad continúan sangrando con tanto tiempo transcurrido. Tengo unos incontables ¿por qué? haciendo eco en mi cabeza, y no paran de cuestionarme debido a que no encuentro respuesta alguna para darle, querido. Siento como si me estuviese recuperando de alguna enfermedad que parecía terminal, pero con un tratamiento puede solucionarse, pero veo que esto no es una enfermedad; es un síndrome, por quererte tanto, mi amor. Cómo quisiera poder quitarmelo y arrojárselo al viento y la marea sin expresión alguna. Te anhelo por las mañanas cuando no tengo tu mensaje en el contestador, te deseo por las tardes cuando ya no tengo tus visitas, y te extraño por las noches cuando me hace falta tu calor. ¿Cuando volverás?; esa pregunta quedó suspendida en el aire porque no lo sé, y no quiero imaginarme la eternidad con tu ausencia. Guardo tu imagen y tu voz, acompañadas por aquellas palabras que me susurrabas al oído, que me enamoraban, como si fuese un recuerdo viejo que jamás volverá. Oh mi amor, me hiciste tanto daño cuando todo acabó, pero aún así yo quería estar con vos hasta el final. Dudo que exista alguien que te ame como yo te he amado. Pero ahora sí todo ha terminado, definitivamente, temporal quizás, quién sabe, mi amor.

No hay comentarios.: