29.1.10


-¿Por qué?

-¿Por qué qué? - me devolvió la pregunta.

-¿Por qué me prometes cosas que jamás van a cumplirse? ¿Por qué te vas diciendo 'adiós' con tanta frialdad, sin pensar en mi, en lo que hay del otro lado del cristal? ¿Por qué tu egoísmo es tan ciego? ¿Por qué me dejaste sola sin importar todo lo que estaba soportando?

-No estás sola, nunca te dejé sola. - me contradijo.

-Claro que sí. Te marchaste sin emoción alguna. Tu aspecto era neutro, nada te importó. Sabías que te necesitaba más que a nadie y simplemente me dejaste sola en la oscuridad. - le expliqué con orgullo y seguridad, y unos minutos después, mi ojos estaban brillosos, debido a mis próximas lágrimas.

-No quiero verte mal, por favor perdonam...

-¡Basta! Eso es lo que parece, no te importa nada, sos un rebelde eterno - lo interrumpí y proseguí- Hiciste oídos sordos a todas mis llamadas de auxilio. Está muy claro que todo se acabó, vos lo terminaste y ahora te arrepentis. Yo pongo el punto final, ahora soy yo la que quiere estar sin vos.

Y jamás pude olvidarlo.


No hay comentarios.: