Todos en algún momento nos sentimos solos, mejor dicho, siempre nos sentimos solos, por más mínimo que sea. Supongo que ya es demasiado el tiempo que estoy esperando por algo que sanaría mis heridas, pero el problema es que nunca va a llegar. Entonces la decepción nace, la esperanza muere. Siento como la soledad me abraza, siento el efecto que hace en mi; tristeza. Ya no quiero sentirme así, no está bueno, no es lindo, no lo soporto. Me siento sola porque todos se van. Ya sé que cada uno de nosotros tiene una vida y puede hacer lo que quiera, no estoy cuestionando a nadie. Simplemente me siento así por eso. Creaste en mi un vacío que no se llena y me desespera. Me cansé de todo esto, me cansé de esta farsa; sí, me cansé de fingir que puedo con todo, de hacerme la superada, la que está perfectamente bien, cuando en realidad ni siquiera puedo levantarme. Yo creo que el dolor es más fuerte porque la carga es doble; vos tía te fuiste para siempre, y él también se fue. Sea doble o no la carga me sentiría mal de todas formas, pero ahora la carga es más pesada y el sufrimiento se hace cada vez más notorio. Ya no sé como seguir, voy por este camino porque es el único que queda. Quizás sea muy doloroso pero al final tenga sus resultados aunque yo no noto los cambios todavía. Dios creo en vos, ¿donde estás?